Castilla La Mancha produce el 75% de los pistachos del país y genera casi 30 millones de euros en valor económico de la producción primaria en la región, una cifra considerablemente mayor si hablamos del valor añadido de la producción industrial, ya que la mayor parte del pistacho se procesa en la misma zona en que se produce. Sin embargo, en comparación con otras especies agrícolas, los pistachos han sido poco estudiados genéticamente, en parte debido a la falta de un mapa de alta calidad de su ADN. Ahora gracias a un proyecto de genotipado liderado por el profesor J. Grey Monroe, de la Universidad de California en Davis, en el que han participado los investigadores del IRIAF Adela Mena y Esaú Martínez, han conseguido generar la secuencia del genoma más completa del pistacho hasta la fecha, lo que permitirá a los mejoradores vegetales crear nuevas variedades en el futuro, más productivas, más adaptadas a condiciones de estrés ambiental o incluso más nutritivas. En el mismo estudio, también se han detallado las etapas de crecimiento y desarrollo del fruto de pistacho, lo que ayudará a los agricultores a gestionar su cultivo de forma más sostenible.
La prestigiosa revista científica The New Phytologist publicó este estudio el pasado 20 de marzo de 2025. El equipo de investigación secuenció el genoma del cultivar Kerman, la variedad de pistacho más común tanto en California como en España. Este artículo recientemente publicado es el colofón de una colaboración que arrancó hace ya casi 5 años, en el que los dos investigadores del IRIAF: Adela Mena Morales, perteneciente al Laboratorio de Biología Molecular del IVICAM y Esaú M.ez Burgos, al Departamento de Cultivos Leñosos del CIAG El Chaparrillo, han participado coordinando el grupo investigador inicial, obteniendo la concesión de una beca para financiar el costo de las lecturas de las cadenas largas de ADN en un secuenciador de última generación, aportando sus bases de datos propias sobre Fenología (comportamiento y evolución de la brotación y floración de las distintas variedades) así como en la extracción y el envío del ADN y otras muestras de tejidos jóvenes ultracongeladas de las 6 variedades seleccionadas, al resto de Centros y Universidades participantes.
Anteriormente, otros equipos científicos ya habían secuenciado el ADN de los pistachos, pero según el ingeniero agrónomo del IRIAF Esaú Martínez Burgos, doctorando del CIAG El Chaparrillo, este nuevo mapa genético es mucho más detallado y preciso. En palabras del investigador principal del grupo, J. Grey. Monroe, “La mejora en la precisión del nuevo genoma de referencia es como pasar de un mapa de un paisaje dibujado a mano a tener una imagen satelital de Google Earth”.
El cambio climático pone en peligro el rendimiento del pistacho
Los pistachos son resistentes a la sequía y la salinidad, pero requieren inviernos fríos para florecer adecuadamente. A medida que el cambio climático traiga inviernos más cálidos, los productores necesitarán nuevas variedades de pistachos que puedan prosperar en temperaturas más altas. Los inviernos cálidos han causado pérdidas significativas para los productores de pistachos en regiones como California, de ahí su interés en lograr avances en la obtención de nuevas variedades con menores requerimientos de frío invernal. Dado que establecer una plantación de pistachero requiere de una fuerte inversión inicial, y que es muy costoso cambiar a una nueva variedad una vez establecida la plantación, es comprensible que los agricultores estén preocupados por los impactos del cambio climático en este tipo de cultivo.
Un crecimiento por fases, clave para tomar decisiones de campo
El estudio también identifica cuatro etapas clave del crecimiento de los frutos secos, desde la flor hasta la cosecha, incluyendo el endurecimiento de la cáscara y el crecimiento del grano proporcionando así una evaluación fisiológica completa y de su expresión génica.
“Saber cómo cambia el fruto del pistacho a través del desarrollo, ayudará a los agricultores a tomar mejores decisiones, como cuándo regar sus árboles, lo que conducirá a una producción de pistachos más sostenible”, dijo la coautora Bárbara Blanco-Ulate, profesora asociada de la Universidad de California en Davis.
Una evaluación más precisa de su desarrollo también podría ayudar a los técnicos y productores a proporcionar mejores estrategias para la cosecha y evitar problemas como daños por insectos e infecciones por hongos. Es importante detallar también no sólo los cambios físicos de los pistachos, sino también los mecanismos genéticos y moleculares que regulan esas características. La secuencia genómica obtenida, incluye información que sienta precedentes sobre cómo se comportan los diferentes genes del pistacho a lo largo de la temporada de crecimiento.
Descifrando la genética oculta en este nutritivo fruto seco
Los pistachos siempre han sido un alimento muy nutritivo, pero los investigadores ahora han descubierto los genes y las vías que influyen en su valor nutricional. Esto incluye conocimientos sobre cómo se acumulan las proteínas y los ácidos grasos insaturados, lo cual es crucial tanto para su vida útil como para sus beneficios dietéticos. Este conocimiento podría ayudar a los científicos a crear pistachos más nutritivos en el futuro.
El IRIAF está potenciando fuertemente la ampliación del conocimiento sobre la genética del pistacho, tanto con este proyecto ya finalizado como con los análisis genéticos que realiza anualmente para la identificación de variedades de pistachero en vivero, mediante marcadores moleculares tipo microsatélite, para los servicios de inspección oficial de las CC. AA. Recientemente además se ha contratado a tres nuevos doctores investigadores para el Departamento de Cultivos Leñosos, (incluyendo una doctora en biología especializada en la mejora genética de cultivos), y se continúa por segundo año consecutivo con los trabajos de prospección y análisis de las características nutricionales y de las cualidades físicas y químicas del pistacho producido en Castilla La Mancha, con más de 175 analíticas realizadas en pistachos de todas las zonas productoras de la región, dentro del impulso que la Consejería de Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural quiere dar a la creación de una marca de calidad diferenciada para el pistacho producido en Castilla La Mancha.
Consultando el artículo original: https://nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/nph.70060