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Un informe de la SDSN propone 10 acciones prioritarias para formar un Nuevo Pacto Europeo para el Futuro

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El Informe sobre Desarrollo Sostenible en Europa 2023/24, publicado hoy y elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) de las Naciones Unidas en colaboración con SDSN Europa y el Comité Económico y Social Europeo , demuestra que es necesario adoptar medidas contundentes en la Unión Europea para evitar "puntos críticos" medioambientales y sociales, así como mantener la promesa de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y los objetivos
del Acuerdo de París sobre el clima.


La quinta edición del Informe sobre Desarrollo Sostenible en Europa (ESDR por sus siglas en inglés) realiza un seguimiento anual de los avances logrados en los ODS por la UE, sus Estados miembros y los países socios de Europa, e incluye un ranking (Índice ODS) y unos cuadros de mando (Paneles ODS) que facilitan la visualización
y análisis de los resultados.

El informe señala que, al ritmo actual la UE no logrará alcanzar un tercio de las metas de los ODS para el año 2030. Además, se han encontrado diferencias significativas entre países, que van desde una cuarta parte de metas no logradas en Europa Septentrional y Occidental, hasta alrededor de la mitad en Europa Meridional y Europa Central y Oriental por término medio. En particular, el informe subraya un estancamiento y un retroceso de los avances en muchos países europeos en materia de objetivos sociales, y señala problemas crecientes relativos al acceso y la calidad de los servicios, así como la pobreza y la privación material, debidas, al menos en parte, por las múltiples crisis desde 2020. A nivel mundial, la arquitectura financiera internacional no está canalizando el ahorro global hacia las inversiones en ODS al ritmo y la escala necesarios, lo que conduce a un retroceso en el progreso de los ODS en muchas partes del mundo, especialmente en los países más pobres y vulnerables.


El informe de este año ofrece una serie de propuestas clave para que la UE refuerce su liderazgo en materia de ODS, a nivel nacional e internacional, antes de las elecciones europeas de junio de 2024 y de la Cumbre del Futuro, convocada por el Secretario General de Naciones Unidas en septiembre de 2024.
Guillaume Lafortune, Vicepresidente de SDSN y autor principal del informe, subraya: "Los partidos políticos que están haciendo campaña para las elecciones europeas y los futuros líderes de la Unión Europea tienen responsabilidades históricas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por todos los Estados miembros de la ONU en 2015 no se están logrando ni en Europa ni en el mundo y, sin embargo, siguen siendo el futuro que Europa y la Humanidad anhelan. Deben tomarse medidas decisivas durante esta década. No es el momento de dar marcha atrás o diluir lo que se ha logrado y acordado para apoyar la aplicación de los ODS y el Acuerdo de París sobre el Clima. Se necesitan inversiones a largo plazo y cooperación regional para impulsar las capacidades y la innovación y ofrecer igualdad de oportunidades para todos. En un mundo multipolar y fragmentado, el liderazgo intelectual europeo ha de trabajar conjuntamente para sentar las bases de un Nuevo Pacto Europeo para el Futuro y desempeñar un papel de liderazgo internacional en la preparación de las
próximas décadas de desarrollo sostenible mundial."


Adolf Kloke-Lesch, co-presidente de SDSN Europa y otro de los autores principales del informe, subraya: "La UE debe convertir su papel global y sus amplias redes en poderosas herramientas de transformación global. Al alinear sus políticas exteriores con el bien común mundial, expresado en la Agenda 2030 a través de los ODS, la UE no puede sino reforzar su autonomía estratégica a largo plazo. La UE debería colaborar estrechamente con las Presidencias del G21 de Brasil (2024) y Sudáfrica (2025) y las Presidencias del G7 de Italia (2024) y Canadá (2025) para volver a encarrilar la agenda de los ODS. Dentro de ambos grupos, la UE, Francia, Alemania e Italia deberían formar un "Equipo Europa para los ODS" dedicado a luchar por un orden internacional abierto y cooperativo para impulsar el desarrollo sostenible mundial. En el mundo actual, la cooperación internacional debe convertirse progresivamente en mutuamente transformadora, dando a los socios voz y medios también en la arquitectura financiera europea, así como en relación con las medidas políticas y la evolución de la UE que les afectan en gran medida."

El informe puede consultarse aquí 

Los ODS no se están logrando en Europa ni en el resto del mundo: debemos abordar las desigualdades persistentes y crecientes dentro de los países europeos y entre ellos.
Las múltiples y simultáneas crisis sanitarias, de seguridad, geopolíticas, climáticas y financieras han provocado una ralentización del progreso medio de los ODS en la Unión Europea, debida principalmente a la lentitud con la que avanzan los resultados socioeconómicos y los objetivos medioambientales. Por cuarto año consecutivo, Finlandia encabeza el Índice ODS, pero incluso los países que lideran este Índice se enfrentan a importantes retos para alcanzar varios objetivos. La UE afronta sus mayores retos en materia de consumo y producción responsables, el clima y la biodiversidad, la dieta y el uso sostenible de la tierra, así como en la convergencia en el progreso de los ODS en todos sus Estados miembros.


La edición de este año también destaca aquellos retos relacionados con el principio incluido en la Agenda 2030 de "No dejar a nadie atrás". El denominado Índice Leave No One Behind, incluido en el informe, mide las desigualdades dentro de los países en cuatro dimensiones: pobreza extrema y privación material; desigualdad de ingresos; desigualdad de género; y acceso a los servicios y calidad de los mismos. El Índice señala avances mínimos, e incluso retrocesos, en tres de las cuatro dimensiones en la mayoría de los países europeos desde
2020. La situación es especialmente alarmante en lo que se refiere a la subdimensión "acceso a los servicios y calidad de los mismos", en la que 32 de los 34 países europeos incluidos en el ranking no muestran ningún progreso o un retroceso en el progreso. El funcionamiento eficaz de las democracias y las instituciones
europeas, que constituyen el núcleo de la transición hacia el desarrollo sostenible, depende de la capacidad delos dirigentes de la UE y de los Estados miembros para ofrecer igualdad de oportunidades, proteger a los más vulnerables e impulsar la educación y las competencias para todos.


Como ya se reflejó en ediciones anteriores, el informe también concluye que la UE es responsable de importantes "repercusiones internacionales" negativas (spillovers), impulsadas en parte por el consumoinsostenible y las cadenas de suministro globales. Hacia un Nuevo Acuerdo Europeo para el Futuro

En junio de 2024, los ciudadanos de la Unión Europea elegirán el nuevo Parlamento Europeo. Los líderes entrantes de la UE serán responsables de acordar el próximo presupuesto de siete años de la UE (2028-2035) y negociar la siguiente agenda global para el desarrollo sostenible que dé continuidad a los ODS más allá de 2030. En el mundo fragmentado y multipolar acutal, el liderazgo de la UE debe adoptar un enfoque más ambicioso, integrado y coherente para acelerar la implementación de los ODS a nivel comunitario einternacional. Como complemento al informe ESDR 2023/24, un grupo de más de 100 científicos, expertos y profesionales de más de 20 países europeos también han publicado hoy un llamamiento a la acción conjunta dirigido a los partidos políticos y a los futuros líderes de la UE para sentar las bases de un Nuevo Acuerdo Europeo para el Futuro con diez acciones prioritarias.

La Unión Europea debe:


1. Responder al grave peligro de los “puntos críticos sociales” reduciendo significativamente el riesgo de pobreza y exclusión social de los ciudadanos europeos.
2. Redoblar los esfuerzos para lograr emisiones netas cero en la UE para 2050, incluyendo avances importantes para 2030.
3. Fortalecer a las autoridades regionales y locales para lograr los ODS, incluido el seguimiento y la presentación de informes periódicos sobre el progreso de los ODS en todos los niveles.
4. Frenar las repercusiones indirectas negativas y apoyar la transformación hacia un sistema de comercio sostenible.
5. Hacer uso de Equipo Europa para la diplomacia global de los ODS y fortalecer espacios de debate diversos y universales, especialmente las Naciones Unidas.
6. Intensificar el papel multilateral de Europa liderando los esfuerzos globales para reformar la arquitectura financiera global.
7. Reorientar las alianzas internacionales de la UE hacia los ODS y avanzar hacia una cooperación mutuamente transformadora.
8. Movilizar los medios financieros para apoyar las transformaciones necesarias para lograr un futuro sostenible.
9. Institucionalizar la integración de los ODS en la planificación estratégica, la coordinación macroeconómica, los procesos presupuestarios, las misiones de investigación e innovación y otros instrumentos de políticas.
10. Establecer dentro del Parlamento Europeo nuevos mecanismos permanentes para una participación estructurada y significativa con la sociedad civil, incluida la juventud, que permitan
una incidencia en las hojas de ruta y las políticas con enfoque ODS.

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