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Avances en la aplicación de métodos para clasificar los Aceites Vírgenes de Oliva 

GIS Alimentario.

La Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha aprovechado el prestigioso Simposium Científico-técnico para presentar al sector los resultados de los trabajos desarrollados en el marco del Grupo Operativo SENSOLIVE_OIL, que nació para dar paso a la transferencia de la innovación al sector del proyecto que hace una década pusieron en marcha la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, para buscar nuevas tecnologías complementarias el panel test a la hora de clasificar en base a sus características organolépticas los aceites vírgenes de oliva.

Un proyecto que el coordinador de I+D+i de la Organización, Rafael Sánchez de Puerta, califica de crucial: “Yo creo que estamos ante uno de los retos más importantes del sector. Tenemos que ver que el aceite de oliva es el único producto a nivel mundial que está sometido a un control oficial basado en una cata organoléptica. Buscar un método químico complementario a este panel de cata, agilizaría mucho el trabajo del sector y le daría muchísima seguridad a la hora de clasificar sus aceites”.

Para ello se ha trabajado con cientos de compuestos volátiles presentes en los aceites de oliva, asegura Fernando Lafont, responsable del Laboratorio de Espectrometría de Masas y Cromatografía de la Universidad de Córdoba (SCAI): “Imaginemos una piscina olímpica llena de agua en la que echamos una gota de un compuesto químico, sólo una gota. Con estas técnicas podríamos detectar e identificar el compuesto químico que hemos añadido al agua de la piscina olímpica”. Equipos que, además cuentan con una serie de ventajas: “Estos equipos catan exactamente igual. Metes un aceite hoy o dentro de un mes y el resultado va a ser el mismo. Otra ventaja es que permite caracterizar muchísimas muestras por unidad de tiempo. Por ejemplo, un equipo de estos permite hacer con una de las tecnologías que se han mostrado ser eficaces a la hora de identificar la clasificación de 50 aceites diarios. Son métodos totalmente automatizados. El operario simplemente lo que tiene que hacer es poner la muestra de aceite en unos viales y meterlos en el equipo”. 

Un proyecto del que han formado parte, además de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, el campus de excelencia internacional agroalimentario ceiA3, la Universidad de Granada y tres empresas del sector que han participado en la implementación de los pilotos (Dcoop, Sovena y Deoleo) para la validación como método de autocontrol. A los que hay que sumar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía como miembros colaboradores del Grupo y el apoyo científico de la Universidad de Córdoba como miembro subcontratado para dar asistencia técnica a los participantes. 

Lo cierto es que, a lo largo de un año realmente complicado por las limitaciones impuesta por la pandemia, el proyecto ha logrado notables avances. Los laboratorios han podido trabajar con más de 1.600 muestras de aceites catadas, con lo que han podido avanzar el trabajo de pre-validación de resultados. Asimismo, se han establecidos protocolos para la realización de los análisis en los equipos para lograr datos homogéneos. Empresas participantes como Grupo Sovena se muestran especialmente satisfechas de los resultados logrados en este tiempo, como explica Luis Aparicio, responsable de Calidad: “Es un método fiable. Al menos tan fiable como un catador. El principal hándicap que tenemos es la falta de muestras de referencia. Nosotros tenemos muestras de referencia que son nuestras, otras empresas tienen las suyas, otros grupos de investigación tienen las suyas y el Ministerio las suyas. Si ponemos todas las muestras en común y participamos todas las empresas que estamos en este proyecto con las mismas muestras de referencia, material de referencia igual para todos evidentemente, el avance será super rápido”. Lourdes Arce, catedrática de Química Analítica de la Universidad de Córdoba, coincide plenamente con este análisis ya que, en relación con los modelos de autocontrol, estos equipos funcionan si se calibran bien, para lo que se requiere contar con materiales de referencia. 

De hecho, esa debilidad ha ralentizado el trabajo del Grupo Operativo, admite Rafael Sánchez de Puerta: “El método está funcionando cuando se entrena para un panel, para un determinado panel tenemos unos métodos químicos que nos dan una respuesta que puede tener una interpretación matemática válida. El problema es cuando comparamos resultados de los distintos paneles. Tenemos un método que da una variabilidad de resultados entre distintos paneles y que, al final, cuando lo trasladamos a una interpretación químico-matemática, heredamos sus problemas. Para un panel, está funcionando. Pero a nosotros eso no nos sirve. La respuesta que necesita el sector es que permita compararnos con los laboratorios oficiales”. 

Es evidente que aún queda trabajo por hacer en este campo y será el nuevo Grupo Operativo SENSOLIVE_OIL Global Dimension el que tome el relevo y trate de alcanzar las metas que se pusieron Interprofesional del Aceite de Oliva y administraciones. 

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