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¿Cómo pueden las empresas contribuir a garantizar agua limpia en 2030?

Garantizar el suministro de agua en cantidad y en calidad suficientes es fundamental para el desarrollo de la sociedad y para la lucha contra la pobreza y las enfermedades en cualquier parte del mundo.

Pero ¿cómo pueden ayudar las empresas a la consecución de este objetivo?

Indicador 1:  Número de instalaciones que cumplen los estándares de calidad del agua Número de instalaciones de una compañía que produce vertidos de aguas que cumplen con los estándares de calidad (necesitando o no, según el uso del agua, un tratamiento previo al vertido para alcanzar esos estándares) sobre el total de sus instalaciones.

Acciones: Las empresas pueden llevar a cabo mejoras en la calidad de los vertidos de aguas residuales reduciendo el uso de materiales y productos químicos peligrosos en las operaciones de la empresa, para minimizar el impacto medioambiental. También pueden tomar medidas para impulsar una mejor gestión del agua a través de todo el ciclo de vida de los productos.

Indicador 2: Porcentaje del total de agua reciclada y reutilizada

Cuando se habla de reutilización de agua, el mismo término induce muchas veces a un error conceptual. Es muy importante diferenciar entre: Aguas reutilizadas: el proceso industrial permite que se vuelva a utilizar el agua sin tratamiento o con modificaciones sencillas basadas en separación y/o enfriamiento. Aguas recuperadas/recicladas: las aguas utilizadas como proceso auxiliar (por ejemplo, aguas de refrigeración, evaporación, etc.) que, mediante pequeñas adaptaciones, como puede ser la cloración, vuelven a ser aptas para su uso.

Acciones: Las empresas pueden desarrollar tecnologías para ahorrar, recuperar y reutilizar agua. Para ello, deberán medir los m3 de agua reciclada y reutilizada de la que se hace uso al año para, posteriormente, comparar con las mediciones de años anteriores y observar la evolución en los casos en los que una empresa haga uso de este tipo de aguas en sus procesos.

Indicador 3: Ratio de uso de agua sobre unidad producida

Son los m3 de agua consumida para producir un kilogramo (kg) o litro (l), si se trata de una bebida. Se suele denominar “Huella Hídrica”.

Acciones: Entre las acciones que pueden llevarse a cabo para reducir la “Huella hídrica” se encuentran la realización de un diagnóstico del uso del agua de la empresa identificando el volumen del agua residual y sus componentes para tener un uso más eficiente del mismo; además de implementar tecnologías  de ahorro de agua como temporizadores y controles para automatizar el uso del agua, sensores de humedad o apagar las unidades de refrigeración.

Indicador 4: Reducción de uso de sustancias químicas tóxicas para la vida acuática

La obligación de que las aguas residuales industriales cumplan unas determinadas exigencias en su composición tiene cerca de 40 años. La propia Unión Europea tiene una regulación exhaustiva sobre su composición y tratamiento según se viertan a alcantarillados urbanos o a cauces públicos. Pero junto a los componentes contaminantes orgánicos, sólidos en suspensión, pueden encontrarse disueltos principios químicos que presentan toxicidad para la vida acuática. Este indicador se refiere a estos productos. Para tratar de reducir este tipo de vertidos habrá que buscar formas de sustituir o reducir el uso de estas sustancias. Por ello, la forma de medición será: kg de herbicidas, plaguicidas, sales, etc, que se consumen anualmente, para comparar con mediciones de años anteriores e intentar reducir (o por lo menos no incrementar) el uso de este tipo de sustancias o realizar análisis periódicos de la presencia de estas substancias y comprometer su reducción.

Acciones: Un consumo eficiente del agua, la menor utilización de productos químicos y unas correctas infraestructuras de depuración del agua son las mejores formas de simplificar y mejorar el tratamiento de las aguas residuales.

Indicador 5: Colaboración en proyectos de desarrollo y restauración de agua

Inversión anual realizada en proyectos de desarrollo en zonas con problemas de aguas o proyectos de restauración de zonas afectadas por vertidos de actividades industriales, tales como rías, lagos, lagunas, etc. Estos proyectos pueden ser a nivel nacional o internacional. En la inversión realizada se incluye todo recurso cuantificable económicamente como materiales u horas de trabajo del personal cedido.

Acciones: Las empresas pueden apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento.

Indicador 6: Porcentaje de aguas residuales generadas y vertidas

Para manejar este indicador es necesario controlar la huella hídrica, que se define como la medida que cuantifica los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua. Existen tres componentes fundamentales que se toman en cuenta en la medición de la huella hídrica:

Huella hídrica azul: es el volumen de agua dulce utilizada (superficial o subterránea) para producir los bienes o servicios consumidos por una empresa. Huella hídrica verde: es el volumen de agua de lluvia o nieve que acaba formando parte de las producciones agrícolas

Huella hídrica gris: es el volumen de agua contaminada, por los procesos productivos y que es necesario depurar antes de devolverla a la naturaleza. Este indicador estará referido a las aguas grises, por lo que su medición será el porcentaje de agua gris generada sobre el total de agua consumida, aunque también puede ser medirse como los m3 de agua gris generada por unidad producida (kg ó l).

Acciones: Para la mejora de este indicador las empresas pueden apoyar la agricultura, ganadería y pesca sostenible y local; además optar por un consumo responsable y por la economía circular. Igualmente, también se puede reducir en la medida de lo posible el desperdicio de alimentos, ya que estos también implican desperdiciar energía y agua.

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