Ricardo Migueláñez. Coordinador del GIS
La reputación, la marca, la sostenibilidad... han sido y seguirán siendo parte fundamental de la diferenciación competitiva y generación de confianza ante los consumidores. Todo esto se aglutina ahora en un término, que tengo que decir que me gusta: el propósito.
Más de uno os preguntaréis, ¿y qué es eso del propósito? Según la Real Academia Española, se trata del “Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo o también el objeto, mira, cosa que se pretende conseguir”. Pero realmente es muy sencillo y a la vez de gran relevancia. Podríamos traducirlo como aquello que explica por qué se hace lo que hace y, en este caso que hablamos, marca por lo tanto una especie de referencia o guía de todas las acciones y decisiones de la empresa.
En este sentido, se acaba de presentar en España el primer indicador para activar y medir el propósito corporativo, el Purpose Strength Index, y lo deja bastante claro: sin propósito no hay compromiso, y la estrategia y la comunicación son parte fundamental para que todo funcione.
Y es que, tal y como están hoy en día las cosas, con la que está cayendo, ninguna empresa que se precie y que quiera destacar de su competencia, puede estar libre propósito. La confianza, los valores, la organización... son aspectos claves que cualquier entidad que se precie debería de comenzar a valorar si quiere tener un futuro en el mercado.
Puede que todo lo que suena a reverdecimiento de la producción ahora se vea como un inconveniente grave y así me lo ha trasladado mucha gente, por la situación coyuntural que tenemos en la que las empresas están, solamente, luchando por sobrevivir, pero tengo claro que este es el camino, porque, primero, el consumidor lo está pidiendo y después de la situación vivida estos años parece que aún con más fuerza, y, segundo, lo que está claro es que no tenemos un planeta B.
Estamos convencidos de que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden ser una herramienta para las empresas que realmente tienen un propósito, las marcas con propósito, que son las que van a poder realmente diferenciarse en el mercado, que son aquellas que no solamente producen alimentos, sino que tienen un compromiso con la sociedad, con el planeta, con ellos mismos y sus empleados, con sus proveedores y con sus clientes.
Los ODS van a ayudar a estas empresas a medir todo lo que hacen y solo de esa forma se lo podrán mostrar a la sociedad. Y desde el Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad vamos a ayudar a las empresas a implementarlos y luego también a contarlo, nos estamos especializando en ello.
Recordad, sin propósito no hay futuro, y sin futuro no hay empresa.
