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El consumidor alza su voz gracias a una encuesta del GIS

Desde el Grupo Alimentario de Innovación Sostenible nos propusimos dar voz al consumidor para poner en valor su visión del sector agroalimentario. Para ello, pusimos en marcha una encuesta sostenible que afortunadamente ha tenido un gran éxito. Desde que lanzamos la encuesta, 350 consumidores han expresado su opinión sobre la sostenibilidad en el sector alimentario.

Las empresas del sector pueden preparar libreta y bolígrafo, dado que el mercado ha de ser un reflejo de las necesidades del consumidor. Un mercado que se reinventa escuchando la voz del cliente se asegura la supervivencia y la  prosperidad.

El 83% de los consumidores declara conocer la Agenda 2030 y lo consideran una incitativa interesante para lograr un mundo más sostenible y esperanzador para las generaciones venideras.

El concepto generalizado que el consumidor tiene sobre el producto sostenible es el de uno respetuoso con el medio ambiente y que sostiene la economía rural, mejorando las condiciones sociales de estas zonas. Por otra parte, las etiquetas de, producto vegano o ecológico, no son atribuidas por los encuestados a la sostenibilidad alimentaria.

Sorprendentemente una fracción importante, concretamente el 31,3%, dice no haber visto nunca algún producto sostenible a la hora de hacer la compra. Por lo tanto, el marketing podría ser una de las tareas pendientes para las empresas del sector que ya apuestan por la producción de alimentos sostenibles. Además, este dato debería servir para animar a las empresas que aún no han dado el paso hacia este nuevo modelo de producción, dado que hay un gran nicho de mercado por llenar.

El 68,7% de los encuestados que si han visto productos sostenibles al momento de hacer la compra, los asocian a producto fresco, con origen nacional, ligado al mundo rural o avalado por sellos que certifican el comercio justo, la producción integrada sostenible y huella de carbono reducida.

La gran mayoría, más de un 80%, estaría dispuesto a gastar más dinero en la cesta de la compra a cambio de comprar productos que sea sostenible. Se sienten movidos a ello entre otras causas al apoyo de los agricultores y ganaderos del entorno rural y el 36,5% a mantener una dieta más saludable.

Enmarcadas dentro del ODS 12 (producción y consumo responsable) se engloban las prácticas de envasado sostenible. Esto tiene un gran impacto en los clientes, 73% de los encuestados afirma fijarse en el tipo de envasado de los productos, prefiriendo aquellos con envase degradable o reciclado sobre los convencionales.

Los productores finales de alimentos deben comenzar a adaptarse a un envasado sostenible y respetuoso con el medio ambiente, no únicamente porque el cliente lo valora positivamente, sino también por la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, la cual entrará en vigor previsiblemente en enero de 2023 y que comenzará a imponer impuestos sobre los plásticos de un solo uso y la prohibición de cubiertos y otros elementos elaborados con poliestireno expandido.  Estas medias pretenden reducir el peso total de los envases producidos en un 13% entre 2010 y 2025, y en un 15% en 2030, con respecto a 2010.

 

Por último, esta encuesta deja claro que el desperdicio alimentario es una de las principales amenazas a la sostenibilidad alimentaria de los países desarrollados, por ello las empresas y gobiernos deberían invertir una mayor cantidad de recursos en concienciar a los consumidores sobre esta cuestión. Únicamente el 21,4% de los encuestados conoce la cantidad de alimentos que se desperdicia anualmente en España. 7,7 de los 88 millones de toneladas de comida desperdiciada en la UE, son generados por nuestro país, lo cual es realmente alarmante. Aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo acaban en la basura, lo cual genera más de 170 millones de toneladas de CO2.

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Grupo de Innovación Sostenible