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¿Cómo pueden las empresas contribuir al fin de la pobreza?

Las empresas del sector alimentario juegan un papel fundamental para la consecución de la Agenda 2030. De forma general, en el proceso de introducción y mejora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la actividad empresarial, pueden identificarse aspectos fundamentales que sirven como base de actuación y promoción.
 
Por ello, durante los próximos meses analizaremos los indicadores más importantes a cumplir por cada uno de los ODS de la Agenda 2030 y ofreceremos algunas ideas para mejorarlos. Una hoja de ruta que puede ser de interés para las empresas que ya han apostado por cumplirlos en 2030, pero que también pueden animar a otros que aún no lo han hecho a comenzar este camino.
 
ODS1: Fin de la pobreza
 
El ODS 1 busca poner fin a la pobreza en todas sus manifestaciones. También tiene como objetivo garantizar la protección social de las personas en situación de pobreza o vulnerabilidad social, aumentar el acceso a los servicios básicos, ayudar a las personas afectadas por fenómenos climáticos extremos y hacer frente a los problemas económicos, sociales y ambientales.
 
Erradicar la pobreza extrema, implantar sistemas de protección social, garantizar el acceso a servicios básicos y recursos financieros y la creación de marcos normativos para erradicar la pobreza, son las metas de este primer objetivo.
 
Pero, ¿cómo pueden ayudar las empresas a la consecución de este objetivo?
 
1- Indicador: Porcentaje de beneficios que se reinvierten localmente
 
Este primer indicador es especialmente relevante ante el problema conocido como el ‘vaciamiento’ del entorno rural. Se trata pues, también, de un indicador fácil de medir y del que las empresas pueden contribuir de forma notoria invirtiendo un porcentaje del total de beneficios conseguidos que posteriormente se invierten en proyectos/acciones locales que fomentan el desarrollo de la zona donde se ubican las instalaciones de la empresa. En otras palabras, mejorar y beneficiar a la población local para generar riqueza económica y social.
 
1.2. Indicador: Políticas justas con proveedores
 
Incide en otra de las acciones clave: retribuir adecuadamente a los proveedores. Priorizar compras que estén certificadas con sello de Comercio Justo u otros que específicamente aseguren buenas prácticas en esta materia, así como fomentar relaciones justas, equilibradas y leales entre los operadores de la cadena alimentaria, son acciones que las empresas pueden y/o deben seguir para medir su contribución a este ODS.
 
1.3. Indicador: Empleados en situación de vulnerabilidad
 
Sin duda, un indicador fácil de medir por las empresas, detectando a aquellas personas que puedan estar afectadas por situaciones desfavorables, ya sea económica, social o, físicamente. Favoreciendo la incorporación al mercado laboral a aquellos colectivos más vulnerables, ayudaremos no sólo a las propias personas, sino también a mejorar la imagen de las empresas y reforzar sus resultados comerciales y a fomentar valores como la diversidad, solidaridad y respeto. Desempleados de larga duración, personas mayores de 45 años, jóvenes en riesgo, personas sin hogar, perceptores de rentas mínimas o personas con diversidad funcional son sólo algunos de los colectivos con más dificultad de inserción.
  
1.4. Indicador: Nº de jornadas de recogida de fondos o cantidad de fondos recaudados Cantidad de fondos recaudados anualmente con orientación benéfica
 
Como el título indica, realizar acciones solidarias como ventas con fines benéficos, donaciones de alimentos o ayudas mediante colaboraciones, contribuirán a que parte de la sociedad tenga acceso a alimentos de calidad y una vida digna. Atendiendo a las necesidades de cada empresa, se recomienda medir cada año los fondos y jornadas y tratar de aumentarlas con el paso del tiempo.

1.5. Indicador: Nº acciones de voluntariado
 
Al igual que el indicador anterior, una empresa puede medir fácilmente el número de acciones y horas de voluntariado realizadas durante el año, con objetivos que contribuyan al fin de la pobreza. Los voluntarios son una pieza fundamental en cualquier organización, y por ese motivo cada vez se les valora más a la hora de combatir las situaciones de crisis.
 
Acciones como ayuda en la búsqueda de empleo, comedores sociales, programas de desarrollo social, acogida, atención a personas en situaciones de exclusión o la realización de tareas de captación, organización y distribución de alimentos, además de dirección, contabilidad, almacén, transporte y aprovisionamiento, son algunas de las medidas que las empresas pueden tomar para contribuir a lograr este objetivo.
 
1.6. Indicador: Políticas de recursos humanos para asegurar condiciones dignas para todos los trabajadores
 
Aunque en algunos países este indicador se encuentra regulado ya que se exige por ley, también se puede valorar de forma diversa, como, por ejemplo, el grado de la estabilidad laboral, el porcentaje de sueldos desagregados por tipo de contratos y su cuantía, o introduciendo medidas sobre la presencia de trabajadores con minusvalías o sobre la igualdad de oportunidades.
 
Las personas aspiran a tener no solo un empleo, sino un buen empleo. El salario, las horas de trabajo, la organización y las condiciones del trabajo, las maneras de equilibrar la vida laboral con las exigencias de la familia y la vida fuera del trabajo, la no discriminación y la protección contra el acoso y la violencia en el trabajo son elementos básicos de la relación laboral y la protección de los trabajadores, y dichos factores también pueden afectar el desempeño económico. 
 
Para contribuir a este objetivo, la empresa también puede desarrollar diversas acciones, como medir desde dos años atrás la antigüedad media de la plantilla y marcando un objetivo, medir desde dos años atrás el % de contratos indefinidos respecto al total.

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