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¿Cómo pueden las empresas alimentarias contribuir a la salud y el bienestar?

Las empresas del sector alimentario juegan un papel fundamental para la consecución de la Agenda 2030. De forma general, en el proceso de introducción y mejora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la actividad empresarial, pueden identificarse aspectos fundamentales que sirven como base de actuación y promoción.
 
Por ello, durante los próximos meses analizaremos los indicadores más importantes a cumplir por cada uno de los ODS de la Agenda 2030 y ofreceremos algunas ideas para mejorarlos. Una hoja de ruta que puede ser de interés para las empresas que ya han apostado por cumplirlos en 2030, pero que también pueden animar a otros que aún no lo han hecho a comenzar este camino.

El ODS 3 tiene como objetivo garantizar una vida sana y promover el bienestar de toda la sociedad. Se trata de un objetivo estrechamente relacionado con el ODS 2. Si tenemos en cuenta que algunas de las enfermedades que conducen a la muerte en los países desarrollados son consecuencia de una mala alimentación, el mejor sistema sanitario no puede eludir considerar la alimentación para que ayude a prevenir este tipo de patologías, y esto también aplica en la UE hoy en día, por desgracia.

Pero ¿cómo pueden ayudar las empresas a la consecución de este objetivo?
 
Indicador 1: Políticas y prácticas de comunicación a los consumidores sobre los ingredientes y la información nutricional. Aunque la formación de los ciudadanos en materia de nutrición es una competencia de las autoridades educativas, las empresas pueden, y deben, ayudar activamente en ella, teniendo una adecuada política de comunicación con los consumidores, a través del etiquetado del producto, códigos QR y sobre todo a través de las páginas web.

Acciones: Para lograr este objetivo, las empresas pueden realizar estudios nutricionales de sus productos, acciones formativas sobre nutrición y mantener actualizada la información nutricional de los productos de la empresa a través de las herramientas digitales disponibles.

A su vez, deben trasladar al consumidor todos estos estudios y conclusiones para que la sociedad esté lo más informada posible y potenciar hábitos saludables a los consumidores, así como incorporar dichos estudios en forma de información nutricional visible en los envases de los alimentos.
 
Indicador 2: Efectividad de los programas y prácticas relacionados con vida sana y saludable. Número de programas educativos sobre nutrición, conocimiento del etiquetado, vida saludable, planificación alimentaria, etc. La guía del GIS propone un mínimo de 4 al año. En caso de no poder garantizar el cumplimiento de un mínimo, se puede realizar un proceso de análisis y mejora continua, es decir, medir año tras año las campañas realizadas relacionadas con la vida saludable y tratar de aumentarlas con el paso del tiempo. Por otro lado, es interesante analizar el alcance de estos programas y prácticas sobre vida saludable. Es decir, contabilizar el público al que se llega y tratar de aumentarlo con el paso del tiempo.

Acciones: Para alcanzar este objetivo, las empresas, a la hora de realizar dichos programas educativos, pueden recurrir a la colaboración con ayuntamientos u organizaciones de consumidores, así como de enfermeros, médicos y asociaciones de pacientes.

A su vez, pueden ayudar promoviendo un estilo de vida saludable entre los empleados, a través de una comida equilibrada y sana o con programas de ejercicios para mantener un correcto equilibrio.

Las empresas también pueden crear alianzas con ONG de atención sanitaria o del sector público para realizar proyectos que contribuyan a mejorar la salud y el bienestar de la sociedad.

Indicador 3: Índices de accidentes laborales - Seguridad laboral para empleados y subcontratas Es uno de los objetivos más regulados legalmente. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece, en su artículo 14, la obligación de todos los empresarios de desarrollar una acción preventiva permanente en sus empresas con el fin de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. El número total de accidentes respecto al número total de personas expuestas a riesgos laborales, o de forma más sencilla, el número total de accidentes al año o los días transcurridos sin accidentes, pueden ser buenos indicadores de los resultados finales de la Política de Prevención.

Acciones: Entre las acciones que una empresa puede llevar a cabo para conseguir este objetivo, es el de implantar sistemas de gestión de salud y seguridad en todas y cada una de las instalaciones de la empresa, así como requerir los mismos requisitos en seguridad a los proveedores. De esta forma se busca disminuir los accidentes y enfermedades laborales en toda la cadena de valor.

La empresa debería actualizar los cursos en materia de prevención de riesgos laborales, al menos una vez al año y asegurar que todos los empleados entienden y cumplen a la perfección las medidas a llevar a cabo ante cuestiones que podrían entrañar un riesgo para la salud.

Indicador 4: Número de campañas para promover la salud y el bienestar con los empleados. Anualmente se podían realizar 2 acciones con todos los trabajadores para analizar la evolución de los riesgos, riesgos emergentes y riesgos derivados de la aplicación de nuevas tecnologías.

Acciones: Las empresas deberían cumplir unos protocolos de seguridad e higiene en los productos y servicios, tanto dentro de la empresa como de sus colaboradores para evitar impactos en la salud del cliente final.

Otra de las acciones que podrían beneficiar a la consecución de este objetivo es el de ofrecer una formación continua en materias de seguridad y salud en el trabajo, entre las que podrían incluirse evitar al máximo el uso de agentes contaminantes y la exposición constante a situaciones de riesgo.
 
Indicador 5: Número de acciones encaminadas a mejorar la salud física y mental de los trabajadores. En España está regulado que para empresas de más de 500 trabajadores es obligatorio tener contratado un médico 6 horas diarias durante 5 días a la semana, como mínimo. En el caso de pequeñas y medianas empresas no hay ninguna obligación como la anterior, por lo que, independientemente de cumplir con la legislación y disponer de Seguridad Social, se deben buscar más acciones que ayuden a mejorar el acceso a servicios de salud para los empleados.
 
Acciones: Las empresas deberán extremar las precauciones en temas de salud y seguridad sobre todo en los colectivos de mayor riesgo, como es el caso de embarazadas, empleados con discapacidades, trabajadores sin experiencia o en horarios fuera de la jornada tradicional.
 
A su vez, la empresa debe ofrecer unos contratos dignos para sus empleados y sus proveedores y colaboradores, asegurando un salario digno que permita cubrir las necesidades básicas de todos sus trabajadores.
 
Indicador 6: Implicación de la empresa con investigaciones en ciencia para la salud. Fondos invertidos o presupuestos destinado a investigación en ciencia para la salud.
 
Acciones: Las empresas pueden destinar fondos dedicados a la investigación en ciencias para la salud, de forma que permita reconocer problemas y situaciones que comprometen la salud y la identificación de soluciones.

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